El Banco de España mejora la previsión de crecimiento para 2025, pero alerta sobre la geopolítica

Silvye Falavor

El Banco de España ha actualizado sus previsiones económicas para el año 2025, aumentando la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país a un 2,7%. Esta mejora se produce en un contexto global donde los riesgos geopolíticos siguen siendo una preocupación clave. En su informe trimestral, el Banco de España destacó la importancia de factores externos que podrían afectar el desempeño económico del país en los próximos años. A pesar de la mejora en las previsiones de crecimiento, el informe subraya que la incertidumbre geopolítica es un factor que debe ser considerado por los responsables de la política económica.

Una de las principales preocupaciones que el Banco de España ha señalado es la política comercial de los Estados Unidos, que podría tener repercusiones en los países de la Unión Europea, incluida España. Las políticas de tarifas comerciales y la incertidumbre respecto a la relación económica entre ambas regiones son aspectos que podrían generar tensiones comerciales y afectar el flujo de inversiones. El Banco de España advierte que este tipo de situaciones históricamente ha provocado efectos negativos en el crecimiento económico, lo que plantea desafíos para las previsiones de crecimiento en 2025.

El informe también menciona los riesgos asociados a la flexibilización de las reglas fiscales dentro de la Unión Europea. En este sentido, el Banco de España ha expresado su preocupación por la posibilidad de que se flexibilicen los límites de déficit y deuda con el fin de aumentar el gasto público en defensa. A pesar de que el aumento de las inversiones en defensa puede ser necesario en un entorno geopolítico tenso, el Banco de España señala que un incremento significativo en los gastos públicos sin un control adecuado puede generar efectos negativos sobre la economía. Este tipo de políticas, si no se manejan correctamente, podrían afectar la estabilidad fiscal de los países miembros de la UE, incluida España.

A pesar de estos riesgos, el Banco de España ha decidido revisar al alza sus previsiones de crecimiento para 2025. La estimación de crecimiento del PIB ha aumentado en dos décimas, lo que refleja una recuperación moderada de la economía española. Sin embargo, el informe recalca que este crecimiento dependerá de la capacidad de España para adaptarse a los cambios en el entorno internacional y a las políticas económicas que se adopten tanto en la UE como a nivel global. La clave estará en mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y la estabilidad fiscal.

El informe también hace referencia a las expectativas de inflación para 2025. El Banco de España ha revisado al alza su previsión de inflación, estimando un aumento del 2,5% en el promedio anual. Este ajuste se debe principalmente a los incrementos en los precios de la energía, que siguen siendo un factor de presión sobre los costos de producción y los precios al consumidor. La inflación, en un contexto de crecimiento moderado, representa un desafío adicional para la economía española, que deberá gestionar el impacto sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos y la competitividad de las empresas.

Otro factor importante que podría afectar la economía española en 2025 es el mercado laboral. A medida que el crecimiento económico se desacelera, la creación de empleo puede verse afectada. El Banco de España advierte que si la inflación persiste en niveles elevados, podría generar una mayor presión sobre los salarios, afectando la rentabilidad de las empresas y el poder adquisitivo de los trabajadores. Este escenario podría llevar a un estancamiento económico si no se toman las medidas adecuadas para contener tanto la inflación como el desempleo.

El Banco de España también destaca que la incertidumbre económica derivada de la geopolítica y las políticas comerciales internacionales podría generar un clima de inestabilidad que afecte a la confianza empresarial y a las inversiones extranjeras en España. A pesar de la revisión positiva de las previsiones de crecimiento para 2025, el informe resalta la importancia de seguir de cerca los desarrollos internacionales, ya que estos pueden tener un impacto directo sobre la economía española en el corto y medio plazo. La vigilancia de los riesgos geopolíticos será esencial para garantizar que las políticas económicas sean efectivas.

En resumen, aunque el Banco de España ha mejorado sus previsiones de crecimiento para 2025, las tensiones geopolíticas y las políticas económicas internacionales continúan siendo factores clave que podrían afectar el desempeño de la economía española. El informe pone de relieve la necesidad de una gestión prudente de los recursos públicos y de una adaptación constante a los cambios en el entorno global. La estabilidad económica de España dependerá en gran medida de cómo se gestionen estos riesgos y de la capacidad del gobierno español para mantener el equilibrio entre el crecimiento y la estabilidad fiscal.

Autor: Silvye Falavor
Fuente: Asesoría de Comunicación de Saftec Digital

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