Según explica Aldo Vendramin, tradicionalmente vinculado al campo y a la cultura gaucha, el Caballo Criollo ha ido conquistando el escenario internacional con una rapidez impresionante. Su resistencia, inteligencia y versatilidad han despertado el interés de criadores y competidores fuera de Brasil, impulsando un nuevo ciclo de valorización de la raza. Con ello, el mercado internacional comienza a ofrecer oportunidades concretas para criadores, exportadores e inversores del sector equino.
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¿Por qué el Caballo Criollo ha ganado espacio fuera de Brasil?
El Caballo Criollo se destaca por características únicas, como rusticidad, capacidad de aprendizaje y resistencia física. Estos atributos hacen que la raza sea ideal para pruebas funcionales, largas cabalgatas y manejo de ganado, actividades valoradas en varios países con tradición rural. Además, el patrón estético de la raza —con porte elegante y movimientos armónicos— también ha agradado a criadores interesados en la morfología. Otro factor clave es el desempeño de los ejemplares brasileños en competiciones internacionales.

El intercambio entre asociaciones y criadores también ha sido fundamental para esta expansión. Ferias agropecuarias, competencias internacionales y acciones de marketing promovidas por entidades como la ABCCC (Asociación Brasileña de Criadores de Caballos Criollos) han puesto a la raza en evidencia en el escenario mundial. Además, como señala Aldo Vendramin, el creciente interés por caballos funcionales en Estados Unidos y Europa ha abierto espacio para que el Criollo compita con otras razas ya consolidadas.
¿Cuáles son los principales destinos y cómo funciona la exportación de la raza?
Uruguay y Argentina, que comparten el origen de la raza con Brasil, siguen siendo grandes socios comerciales en el mercado criollista. Sin embargo, el crecimiento más sorprendente ha venido de países no tradicionales, como Estados Unidos, Canadá, Alemania y Australia. En estos lugares, el Caballo Criollo ha encontrado espacio tanto en competencias deportivas como en actividades rurales. La exportación de embriones y semen también ha ampliado la presencia genética de la raza en diferentes continentes.
El proceso de exportación implica etapas rigurosas, como evaluación sanitaria, registro genealógico y cumplimiento de normas internacionales. A pesar de los desafíos logísticos y burocráticos, muchos criadores brasileños han invertido en este mercado debido al alto valor agregado de los animales. Un ejemplar bien entrenado y de buena línea genética puede alcanzar cifras expresivas en el extranjero. Además, como señala el señor Aldo Vendramin, el prestigio de la raza brasileña agrega valor comercial al negocio.
¿Qué oportunidades ofrece el mercado internacional a los criadores brasileños?
Según Aldo Vendramin, con la creciente valorización de la raza en el exterior, los criadores brasileños comienzan a tener acceso a un nuevo público consumidor, dispuesto a pagar por genética, entrenamiento y calidad. Esto representa no solo un aumento en las ventas, sino también la apertura de asociaciones internacionales y invitaciones a eventos de gran visibilidad. La internacionalización de la raza permite, además, que los criaderos brasileños se posicionen como una referencia mundial.
Otro punto importante es el fortalecimiento de la imagen institucional de Brasil como potencia en la cría de caballos. El éxito del Caballo Criollo en el extranjero también impulsa el turismo rural, la exportación de productos agropecuarios y la promoción de la cultura gaucha. Para los criadores que desean expandir sus negocios, el momento es especialmente favorable. Con el apoyo de asociaciones y programas de incentivo a la exportación, el ingreso al mercado internacional es cada vez más viable.
En resumen, el Caballo Criollo vive hoy uno de los momentos más prometedores de su historia, rompiendo fronteras y conquistando reconocimiento en el escenario internacional. Su valorización fuera de Brasil abre un mundo de oportunidades para criadores que buscan nuevos mercados, asociaciones y visibilidad global. Para el empresario Aldo Vendramin, es tiempo de pensar en grande y cabalgar hacia un futuro de éxito internacional.
Autora: Silvye Falavor